Eremitarum Beatissimae Virginis Mariae de Monte Carmelo
Enero de 1894
Una lástima que no quieras acostarte con monjas. Que hacer ahora con mi vestimenta carmelita? La túnica castaña, lo escapulario. La capa blanca. Que cosas tan placerosas y contemplativas podríamos hacer bajo la capa blanca. Mostrarte mi carisma descalzo de Antigua Observancia. Mi monte Carmelo. Mi roja vocación. Lástima. Pura lástima. Mi cuerpo tiene todos los síntomas de una fiebre tifoidea. ¡Ayuda! Santa Teresa de Jesús
Juana de Los Andes, tu ermitaña ardiente